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HOMILÍA DEL DÍA, Jueves 10 de Septiembre- Por P. David Halm

P. David Halm

Jueves 10 de septiembre de 2020

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas   6, 27-36

Jesús dijo a sus discípulos:

Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman. Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica. Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames.

Hagan por los demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes. Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman.

Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿que mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores. Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo.

Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque Él es bueno con los desagradecidos y los malos.

Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.

Palabra del Señor.

Homilía del Día

“Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores aman a quienes los aman”.

Que obvio nos parece esa primera idea – que tratemos a los demás como queramos que nos traten. Se llama en ingles “the Golden rule” (la regla de oro? No sé si existe en español el sobrenombre) La aprendemos desde nuestros primeros años porque es tan fácil para un niño/a entender: si quisieras que te compartan a sus compañeros su comida o juegos, tienes que compartirlos igual.

Lo que es mucho menos obvio es lo siguiente. Jesús nos enseña que “Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman”. Para apoyarnos entender que distinto es esa enseñanza, Él aclara que si amamos solo a los que nos aman, no vivimos nada distinto. Todo el mundo lo hace.

Hermanas y hermanos en Cristo, es lo mismo hoy día y lo sabemos. El mundo proclama “venganza” y nosotros proclamos “perdón” y “misericordia.” El mundo quiere destruir a sus enemigos, nosotros discípulos de Jesucristo amamos a nuestros. Sabemos que es tan difícil en el cumplimiento: cuando nos manda un correo maleducado quiero responder con enojo, pero como discípulo debo responder con caridad. Cuando alguien expresa sus opiniones contra las mías, quiero ponerlo en su lugar, pero como discípulo debo escuchar con paciencia y recordar su dignidad humana.

Tal vez el espacio más difícil de todo para vivir esta enseñanza de Jesús es aquí en las redes sociales. Por chat de WhatsApp, mensajes e imágenes de Instagram y Facebook... ¡Uff! La tentación es siempre reaccionar con emoción a nuestros “enemigos”. ¿Pero que haría Jesús? Lo sabemos, porque nos enseñó: “bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman”. El mundo se da cuenta que distintos somos como discípulos de Cristo. ¿Y lo sabes? Vamos a atraer mas seguidores a Jesús por esto.

¡Sea alabado Jesucristo, ahora y siempre!

Fr. David Halm

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