Martes 4 de agosto de 2020
Hoy martes 4 de agosto la Iglesia celebra a San Juan María Vianney, patrono de los que tienen la cura de alma. Nuestra oración para todos los párrocos en esta jornada para que el Señor les permita caminar cada día en santidad y al estilo de Jesús Buen Pastor.
El Evangelio de hoy, nos presenta una comisión formados por Fariseos y letrados de Jerusalén que van al encuentro de Jesús para interrogarle por tradiciones y comportamiento de sus discípulos como también de él mismo. Los mismos que cuestionan habían a través de los años interpretado abusivamente las mismas tradiciones dándole un valor ensimismas y no al servicio de la vida.
Jesús convierte el interrogatorio en controversia y la aprovecha para exponer con claridad desafiante su enseñanza. Jesús les responde primero con otra pregunta que desenmascara lo distorsionado de su pensamiento con respecto a la ley. Luego agrega citando el profeta Isaías para condenar lo que es falso y lo que esclaviza que lleva a la persona a matar el espíritu. Posteriormente Jesús dirige palabras a la multitud con respecto al tema para exponer ahora su enseñanza sobre lo que hace impura a la persona. Finaliza el relato con los fariseos escandalizados y Jesús llamándolo guías ciegos.
La ceguera afecta tanto a los guías como al pueblo mismo. Caminan juntos sin que el uno pueda ayudar al otro. Pareciera que hoy hay mucha ceguera en todos, en las instituciones, lideres, en el mismo pueblo en cuarentena. Pero también hay instancias de organización: ollas comunes, comprando juntos, comedores solidarios y tantos otros signos que nos hablan que en sectores empobrecidos hay miradas claras que están viendo lo que otros no ven o no vemos.
Los cristianos invitados a ver y mirar la realidad con los ojos de Jesús y con la actitud de Jesús. En tantas instancias se va la vida en evaluaciones, proyecciones, pero esto traducido en poca acción. Que el Señor nos ayude para que los procesos de discernimiento que hoy se llevan adelante en la Iglesia y más allá de ella puedan terminar en acción conducente al anuncio transformador de la Buena Noticia de la salvación.
Un abrazo nuevamente a todos los sacerdotes y en particular a los párrocos que tienen una bella misión de caminar con sencillez y siendo buenos lideres, en medio del pueblo de Dios que peregrina en Chile.
Fraternalmente, Fr. Isauro Covili.