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Bendicen escultura hecha por la UCN Coquimbo que hace homenaje a los fallecidos durante la pandemia

La Comisión escogió la obra titulada “El Último Abrazo”, diseñada por la estudiante Rossio Bujes, quien sostuvo que “en esta pandemia perdí muchos seres queridos y amigos”. “Hubo mucho que faltó decir y expresarse, por lo que quise reflejar en algo que me hiciera sentir que de verdad hay algo pendiente, por eso las figuras en la escultura están separadas, pero a la vez inclinadas hacia darse un abrazo”, añadió.

Viernes 9 de septiembre de 2022

Tras el regreso gradual a la presencialidad durante el 2021, la Vicerrectoría de Sede del Campus Guayacán de la Universidad Católica del Norte, sede Coquimbo, ideó el proyecto “Memorial por la Vida”, que tuvo por objetivo homenajear a todos los fallecidos producto de la pandemia.

La Comisión escogió la obra titulada “El Último Abrazo”, diseñada por la estudiante Rossio Bujes, quien sostuvo que “en esta pandemia perdí muchos seres queridos y amigos”. “Hubo mucho que faltó decir y expresarse, por lo que quise reflejar en algo que me hiciera sentir que de verdad hay algo pendiente, por eso las figuras en la escultura están separadas, pero a la vez inclinadas hacia darse un abrazo”, añadió.

José Caimanque, Ingeniero de Estudios e integrante de la Comisión Organizadora, explicó que, “fue un trabajo colaborativo de parte de toda la comunidad, que aportaron de forma económica y a través de distintos trabajos, coordinación y elementos que ayudaron a componer nuestra obra, que se sella con el descubrimiento de la escultura, que representa un abrazo que no pudo ser dado y que con eso queremos recordar a toda la gente fallecida durante la pandemia, que no pudimos acompañar, dejando para la posteridad este recuerdo”.

Tras elegir la obra se planteó materializarla e instalarla en el sector conocido como Hawái ubicado frente al Puerto Guayacán en las cercanías de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte.

La escultura fue trabajada en piedra por el artista coquimbano Tomás Briceño, y manifestó su deseo de “que la vengan a ver todos, porque está hecha con mucho corazón e inspiración”. “Es una obra que tiene mucho simbolismo, relacionada con ese apego humano que todos tenemos, especialmente en el dolor de haber perdido a mucha gente”. La escultura fue bendecida por el Arzobispo de La Serena, René Rebolledo.

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