Viernes 11 de febrero de 2022
“El próximo Jubileo puede ayudar mucho a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente”, así escribe el Papa Francisco en su Carta dirigida a Monseñor Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Dicasterio al cual se le confía la organización del Jubileo ordinario del año 2025, que tiene como lema “Peregrinos de la Esperanza”.
En su Misiva – firmada en San Juan de Letrán, el 11 de febrero de 2022, Memoria de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes – el Santo Padre recuerda que, el Jubileo ha sido siempre un acontecimiento de gran importancia espiritual, eclesial y social en la vida de la Iglesia. “Desde que Bonifacio VIII instituyó el primer Año Santo en 1300 —con cadencia de cien años, que después pasó a ser según el modelo bíblico, de cincuenta años y ulteriormente fijado en veinticinco—, el pueblo fiel de Dios ha vivido esta celebración como un don especial de gracia, caracterizado por el perdón de los pecados y, en particular, por la indulgencia, expresión plena de la misericordia de Dios”.