Miércoles 30 de junio de 2021
En este contexto, el Santo Padre explica que el apóstol empieza a escribir su Carta recordándoles las relaciones pasadas, "el malestar por la distancia y el amor inmutable que tiene por cada uno de ellos" y hace hincapié en que Pablo se preocupa porque la comunidad siga el camino correcto, comportándose como un padre que tiene una intención muy clara: "reafirmar la novedad del Evangelio, que los Gálatas han recibido de su predicación, para construir la verdadera identidad sobre la que fundar la propia existencia".
En su enseñanza semanal, el papa afirmó que es fundamental dejar que nuestras vidas sean transformadas por la mano de Dios, tal y como argumenta el apóstol en su carta, subrayando, por un lado, que había perseguido ferozmente a la Iglesia, había sido un «blasfemo, un perseguidor y un insolente» (1 Tm 1,13); y por otro, evidenciando la misericordia de Dios con él, que le lleva a vivir una transformación radical, bien conocida por todos.