Viernes 4 de marzo de 2022
"Rezaré por ti". El ácido fénico ya empezaba a correr por sus venas cuando el carmelita Tito Brandsma pronunció estas tres palabras, las últimas de su vida, a la enfermera que, por orden de las SS en el lager de Dachau, le aplicó una inyección letal. Un perdón, invocado por el religioso, profesor y periodista, en medio de sus últimos suspiros, al final de una vida de santidad, traducida en coraje y determinación durante los oscuros años de la invasión nazi.
Su santidad es ahora reconocida por la Iglesia universal, que lo canonizará el próximo 15 de mayo junto a dos hermanas, la francesa María Rivier y la italiana María de Jesús, en una gran ceremonia en San Pedro en la que también participarán los siete beatos cuya canonización fue decretada por el Papa en el Consistorio del 3 de mayo de 2021, sin fijar fecha por la pandemia.
La ceremonia se programó para mayo. Carlos de Foucauld, explorador religioso francés del Sahara y de la cultura tuareg, puente de diálogo entre religiones, se encuentra también entre los beatos en cuestión.