Lunes 30 de mayo de 2022
“¡La escuela católica de América tiene futuro!”. Con esta convicción concluyó el 27.º Congreso Interamericano de Educación Católica celebrado en la Ciudad de México el 27 y 28 de mayo, con la participación de 1.200 líderes educativos del continente y organizado por la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC).
En las conclusiones del Congreso, al evidenciar la prolongada crisis derivada de la pandemia del Covid-19, y de las “múltiples pandemias que padecen nuestros pueblos en lo social, lo político, lo económico, y lo cultural, incluyendo el acceso a una educación de calidad”, fueron evocadas las palabras que el Papa Francisco dirigió en 2020 a los líderes mundiales reunidos en la Asamblea de las Naciones Unidas: “De una crisis no se sale igual: o salimos mejores o salimos peores. Por ello, en esta coyuntura crítica, nuestro deber es repensar el futuro de nuestra casa común y proyecto común”.
La escuela católica de América ha tomado en serio este llamado del Obispo de Roma, pues “se ha puesto de pie para ‘caminar juntos’, educadores y educadoras, sinodalmente, en alianza y en comunión con otras organizaciones del continente, eclesiales y no eclesiales, para construir los ‘futuribles’ que nos requiere estos nuevos tiempos”.
Con todo, las lecciones que deja el 27.º Congreso Interamericano de Educación Católica, apuntan al fortalecimiento del ADN de la escuela católica: “evangelizar educando y educar evangelizando, en perspectiva de humanismo solidario y haciendo uso de las mejores herramientas, conocimientos y tecnologías con las que contamos, para ser cada vez más significativos y rehacer el pacto educativo ante la actual emergencia educativa”.
Con la esperanza de seguir aprendiendo a transformarse, para abrazar estos nuevos escenarios, se clausuró el Congreso a las 6:58 p.m. (hora local) y con el anuncio de la realización de la 28.ª edición en Santo Domingo (República Dominicana), en enero de 2024.