Martes 4 de enero de 2022
“Sean misericordiosos, así como el Padre de ustedes es misericordioso. Estar al lado de los que sufren en un camino de caridad”.
Así se titula el Mensaje del Santo Padre para la trigésima Jornada Mundial del Enfermo que se celebra cada 11 de febrero y que fue firmado en Roma, en San Juan de Letrán, el pasado 10 de diciembre de 2021, en la Memoria de la Bienaventurada Virgen María de Loreto.
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Francisco comienza recordando que hace treinta años, San Juan Pablo II instituyó esta Jornada Mundial para “sensibilizar al Pueblo de Dios, a las instituciones sanitarias católicas y a la sociedad civil sobre la necesidad de asistir a los enfermos y a quienes los cuidan”.
El Obispo de Roma desarrolla su reflexión a lo largo de cinco puntos en los que aborda el hecho de ser “misericordiosos como el Padre”, Jesús, en su carácter de “misericordia del Padre”, el hecho de “tocar la carne sufriente de Cristo”, los centros de asistencia sanitaria como “casas de misericordia” y la “misericordia pastoral” que debe ser, precisamente “presencia y cercanía”.