Viernes 7 de enero de 2022
Llamándolos “queridos amigos” el Santo Padre dio su bienvenida, después de mediodía en la Sala Clementina del Palacio Apostólico y tras pedir disculpas por su retraso, a una delegación de noventa empresarios de Francia con motivo de su peregrinación a Roma sobre el tema del “bien común”.
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Tras agradecer las palabras del arzobispo Dominique Rey, obispo de Fréjus-Toulon que acompaña a este grupo, el Papa dijo que le parece muy bello y valeroso que, “en el mundo actual, a menudo marcado por el individualismo, la indiferencia e incluso la marginación de las personas más vulnerables, algunos empresarios y líderes empresariales tengan en su corazón el servicio de todos y no sólo de los intereses privados o de los círculos restringidos”.
Francisco aprovechó la ocasión para compartir algunas enseñanzas del Evangelio a fin de “ayudarlos a desarrollar su papel de líderes según el corazón de Dios”.