Miércoles 27 de octubre de 2021
El Santo Padre celebró esta mañana la acostumbrada audiencia general, en el Aula Pablo VI de la Ciudad del Vaticano, ante la presencia de fieles y peregrinos procedentes de numerosos países.
En su catequesis sobre la Carta de San Pablo a los gálatas abordó el tema de “El fruto del Espíritu”. Y, de hecho, antes de que el Papa ofreciera sus palabras, se leyó, a modo de introducción, un pasaje de esta Carta (Gal 5, 22-24):
“En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley. Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias”
Hoy en día, prosiguió diciendo Francisco, “muchos buscan la certeza religiosa antes que al Dios vivo y verdadero, centrándose en rituales y preceptos en lugar de abrazar al Dios del amor con todo su ser.
El Santo Padre invitó a dar “un paso más” guiados por San Pablo. E invitó a preguntarnos: “¿Qué ocurre cuando nos encontramos con Jesús Crucificado en la oración?”. Sucede, respondió Francisco, “lo que ocurrió bajo la Cruz”, es decir, que “Jesús entrega el Espíritu”, o sea que “da su propia vida”.